MENSAJE DEL PRESIDENTE

Estimados colegas y miembros de la Sociedad Argentina de Flebología y Linfología,

Es un honor y un privilegio dirigirme a ustedes en este momento tan especial. Quisiera tomar este breve instante para reflexionar sobre el arte de ser médico, pero antes de eso, permítanme abordar el arte de enseñar a ser médico, una tarea que mi padre, y muchos de ustedes, tanto presentes como ausentes, me han enseñado a valorar y a honrar.

Hoy, 15 de marzo, es un día de doble significado para mí. No solo recuerdo el cumpleaños de mi padre, sino que también este año se cumplen veinte años de su fallecimiento, el próximo 20 de este mes. Estas fechas son para mí, un recordatorio de su legado, su influencia en mi vida y su profundo impacto en mi camino en la medicina.

La historia de la medicina es un relato de tradición y evolución, desde los antiguos papiros egipcios hasta los modernos avances tecnológicos. Es un legado que se ha transmitido de generación en generación, enriqueciéndose con el tiempo. Sin embargo, en esta era de rápida innovación tecnológica, es fundamental recordar que el arte de la medicina va más allá de los avances científicos. No debemos perder de vista nuestras raíces humanísticas y el profundo compromiso con el bienestar de nuestros pacientes.

Asumo la presidencia de esta sociedad con entusiasmo y determinación. Sé que mi responsabilidad es enorme, pero también sé que cuento con el apoyo y la dedicación de cada uno de ustedes. Para mí, este momento tiene un significado especial, pues no solo represento a esta distinguida sociedad, sino que también por primera vez asume un presidente, hijo de un ex presidente de la misma.

Mi compromiso durante los próximos dos años será llevar adelante esta institución con pasión y dedicación. Trabajaremos para honrar nuestra profesión y para demostrar que ser miembro de esta sociedad es más que un honor, es un compromiso con la excelencia y la ética profesional.

La Sociedad ha dado un paso crucial al abrirse para incluir a profesionales de otras especialidades de la salud. Ahora es el momento de que nuestra sociedad se presente al público en general para elevar el estatus, proteger y defender a todos sus miembros de aquellos inescrupulosos que, lamentablemente, practican la especialidad sin ninguna preparación, valiéndose de sofismas. Estos individuos ponen en riesgo la salud del paciente y, por supuesto, desacreditan al resto de los profesionales. Los miembros SAFyL , así como las sociedades filiales y afines, tenemos el deber de velar por la calidad y la integridad de nuestras especialidades, protegiendo a nuestros pacientes de prácticas fraudulentas y defendiendo la verdad científica.

En este camino, no puedo dejar de agradecer públicamente a mi esposa Julieta Viani, July, quien ha sido mi apoyo incondicional en cada paso, ella con sólo una mirada, vuelve a mostrarme que las personas de bien somos más. A mis amigos por su apoyo incondicional, el cual me impulsa a crecer tanto en mi desarrollo personal como profesional.

Quiero contarles que la Escuela de Flebología, bajo la dirección del Dr. Roberto Venesia y el Dr. José Luis Ciucci, continúa formando profesionales de alto nivel y está experimentando un crecimiento constante, con una lista de espera de aspirantes a la especialidad en Argentina y Latinoamérica para iniciar o continuar su formación de posgrado, me atrevo con gratitud a decir que SAFyL con su escuela, nunca dejó de ser un referente en toda Latinoamerica.

A pesar de los desafíos que enfrentamos en nuestra querida Argentina, estoy convencido de que juntos podemos superar cualquier obstáculo. La Sociedad Argentina de Flebología y Linfología sigue creciendo y fortaleciéndose, como lo demostró el exitoso congreso del año pasado, que marcó un hito en nuestra historia.

Quiero asegurarles que seguiré trabajando incansablemente en representación de nuestra sociedad, sin importar el lugar ni el momento. Es mi deber y mi compromiso con todos ustedes y con nuestra profesión.

Agradezco la oportunidad de liderar esta sociedad hacia un futuro lleno de logros y reconocimientos.

¡Que viva la Sociedad Argentina de Flebología y Linfología!